miércoles, 26 de marzo de 2014

Argel

Me llamo Argel y tengo Leishmania.
Hace casi un año un compañero rescató un galguito dejándose morir, su cuerpo estaba envuelto por una costra negra y su estado era muy deplorable. Poco a poco se fué recuperando y sus ganas de vivir empezaron a reflotar. Pasaron los días y cada dia se mostraba más vivo. Aún así sus analíticas nos confirmaron lo que tanto sospechábamos, Leishmania. Nos pusimos en marcha y empezamos su tratamiento. Desde el principio se mostró receptivo a lo largo del tratamiento y después de algún que otro contratiempo, la Leishmania está estable y controlada.

El galguito que fue rescatado sin ganas de vivir es a día de hoy un galgo de lo más feliz, simpático y con unas ganas tremendas de vivir. Su vida dio un giro radical y cada día demuestra y te enseña lo maravillosa que es la vida con su energía y vitalidad. Es conformista y muy adaptable, en casa le encanta tumbarse al sol y disfrutar de los pequeños placeres de un galgo de casa. No le importa vivir solo o acompañado, tan solo busca con quien compartir el resto de su vida.Se llama Argel y sí, tiene Leishmania y es un galgo luchador y feliz.



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